Hace tiempo que no escribo. No me ha apetecido. No he
tenido demasiado tiempo tara hacerlo. Y todo lo que oía que merecía una
respuesta escrita (sobre todo en política) lo encontraba tan repetitivo, anodino,
ilógico, cansino, mediocre, vulgar, etc., que solo con pensar que podía
escribir para, y como de costumbre, me entendieran una mayoría silenciosa y,
también como de costumbre, me replicaran una minoría de exaltados, que después
de tantos años lo único que han conseguido es perder, aún más si cabe sus
papeles, me producía hastío.
Pero de hecho, los motivos que influenciaron esta postura
un tanto decaída o desalentada, según quiera entenderse, han sido mis tres intervenciones
de cáncer en prácticamente tres años.
Primero fue la del cáncer de colon en agosto de 2009,
luego vino la primera metástasis de pulmón en septiembre de 2010, y para acabar (y eso es lo que espero) llegó
la última metástasis en el mismo pulmón de la que me operaron en mayo de 2012.
Todo ello con sus respectivas visitas y controles periódicos, quimioterapia, etc.,
etc. Algo para no contar y solo olvidarlo.
Con este panorama y en este estado ya me dirán ustedes
quien es el guapo que se mete con toda esa sarta de necios que nos desgobiernan
y se empeñan en enviarnos a la más miserable de las ruinas. Y eso va dedicado a
las entidades financieras y sobre todo a los "políticos" de cualquier
credo, color e "independencia".
Por lo tanto decidí dedicarme a cosas realmente serias,
como por ejemplo, mi curación y el soporte a mi familia, pues en aquellos
momentos eran y son lo más importante para mí, muy por encima de esos palurdos
que teniendo la solución ante sus narices son incapaces de verla y si la ven,
algunos muy pocos, y saben apreciarla, no tienen ni carácter, ni personalidad
ni agallas, ya no para aplicarla sino para exponerla.
Pero lo que quería comentar no es este tremendo
desaguisado que orquestado por los de siempre, perjudica también a los de
siempre. Eso de aquí a 50 años (o antes) ya no va a tener importancia. En lo
que quería incidir era en mis experiencias personales vividas a través de estas
tres intervenciones de cáncer.
No quiero hacerme pesado porque sobre las dos primeras ya
escribí tres artículos publicados en mi Web.
Tal como ya he contado las dos primeras intervenciones, a
pesar de su gravedad, para mí fueron como "coser y cantar", pero esta
tercera que aún siendo teóricamente más "sencilla" pues solo había
que sacar un solo nódulo, al tener que abrir por el mismo "corte" que
hicieron en la anterior intervención del mismo pulmón, me dejó peor que
cualesquiera de mis otras y variadas seis intervenciones quirúrgicas.
Y es que en esta ocasión noté algo que jamás me había
sucedido. Me operaron un 2 de mayo, miércoles, y el domingo día 6 comía en mi
casa. Había estado hospitalizado solo cuatro días y medio, todo un record para
algo tan serio.
Mi estado era bueno y, según los médicos, me había
recuperado muy bien, pero yo me notaba diferente a las otras ocasiones.
No sé por qué razón me encontraba vacío, sin mi habitual
dinamismo ni mi fuerza interior, estaba como aplacado sin ganas de nada. Era
rarísimo y me venía tan de nuevo aquella situación, que no llegaba a entenderla
por mucho que intentaran justificarla los demás. Era como si me hubieran sacado
el alma y mi cuerpo estuviera pululando sin rumbo fijo.
Este estado, para como soy yo, me duró demasiado tiempo.
Y esto me fastidiaba más que las molestias de la intervención, que no eran
pocas.
Me sentía como si estuviera en El Limbo. Y para mi modo
de ver eso no podía ser nada bueno. Y por extraño que pueda parecer, en esta
situación, estuve a punto de "tirar la toalla".
Paulatinamente fui recuperándome, volví a coger
ánimo y a ser el mismo y, ahora sigo con mi optimismo, vitalidad y vivo!!!
(Por ahora y que dure.)
¿Qué obró el "milagro"? No lo sé, pero al
contrario que nuestros políticos a mí no me dá reparo ni vergüenza el decirlo y
reconocerlo.
¡¡¡Que aprendan esos "mamones" (*)!!!
(*) "Mamones porque no paran, ni dejarán, de
"mamar" de la teta del dinero del contribuyente, malgastándolo en
imbecilidades y recortándolo de lo realmente necesario, jodiendo a diestro y
siniestro a todo bicho viviente, sin el menor escrúpulo ni vergüenza."
http://www.ferrando.w.pw
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